O la gestión del éxtasis, no sé… Esas libertades repentinas y pasajeras, anecdóticas.
- El sujeto-revolucionario/el sujeto-cultural. Más allá de todos estos procesos de gestión /cogestión/ mediación … que están surgiendo como modelos «nuevos» y que representan un gesto arrebatado, todavía nos movernos entre fórmulas que producen un éxtasis transitorio sin fijar un mañana.
- Por otra parte, la exigencia estricta de estos modelos supone estar sometidos a una alerta constante a la que sólo pueden acceder quienes tienen una alta predisposición y una alta tolerancia a la tensión. No deja de ser un modelo de organización no apto para las mayorías y por ello, en cierto modo, alejado de la ciudadanía. Ese éxtasis es compartido, de nuevo, por grupos cerrados. Otros grupos, sí, pero menos «comunes» de lo que se pretende.
- De ahí que este modelo devenga al fin en pasajero y temporal dada su dificultad de mantenimiento y continuidad. Lo verdaderamente subversivo sería encontrar la fórmula para pasar del éxtasis a lo cotidiano. La revolución verdadera es la del día siguiente.
- La emergencia es pues la de alcanzar un sujeto-cultural que no requiera ser gestionado. Una salida a la sobreexplotación de lo cultural a través de la administración de contenidos.
- Esta gestión cultural que conocemos, la que se fomenta por instituciones también académicas, es la que acepta el mundo como está y se dedica a administrar lo dado. No hay generación de utopías porque hay que rentabilizar, porque hay que cuadrar las cuentas, porque hay que ser sensatos, porque manda la eficacia y la productividad, porque lo recomienda el canvas… No hay subversión porque nos debemos al orden y a la disciplina de las cuentas de resultados, porque hemos abrazado el emprendimiento creativo, porque hay que alcanzar el mercado, por la industria cultural.
- La gestión de la cultura se centra en alcanzar procesos de conformidad a través de la provocación puntual controlada.
- Cuando se habla de evaluar, de valorar, de medir… ¿se refieren a la subversión? ¿a qué grado de agitación hemos llegado? ¿al nivel de desorden?…